lunes, 10 de enero de 2011

Medicina China y artes marciales

Artículo publicado en la revista Espacio Humano

Los profesionales de las artes marciales conocen perfectamente un axioma básico: una correcta práctica comporta una disminución del riesgo de lesiones. Por desgracia, los ingredientes que forman parte del mecanismo lesional son muy difíciles de controlar: estrés, cansancio, una lesión previa, condiciones ambientales, edad...

Respecto al practicante de artes marciales, las lesiones derivadas de su práctica pueden ser perfectamente tratadas mediante Acupuntura, Fitoterapia Tradicional China o Tui Na. En la mayoría de tratamientos, la combinación de las tres técnicas puede incrementar el efecto terapéutico global. En general, las lesiones derivadas de la práctica de las artes marciales son de tipo menor y, entre ellas, podríamos aventurar que las más corrientes serían las de tipo muscular – roturas de fibras musculares – o las tendinosas y osteoarticulares – esguinces y luxaciones principalmente.

A nivel de las lesiones que afectan al tejido muscular, quizás la más famosa sea la denominada “roturas de fibras”. Dependiendo del grado de la lesión – puede tratarse de una lesión milimétrica hasta un desgarro muscular total de varios centímetros – el pronóstico sobre su recuperación oscilará entre pocos días a varias semanas. Tras los primeros días de la lesión, la acupuntura - apoyada por la electroestimulación en muchas ocasiones – favorecerá la reabsorción del edema y, por lo tanto, tendrá una importante acción antiinflamatoria y analgésica. Un preparado fitoterapeutico absolutamente inocuo pero no comercializado en nuestro país, Yunnan Bai Yao o “Medicina Blanca de Yunnan”, puede reducir la inflamación haciendo descender la ratio de destrucción tisular que se produce especialmente en el tiempo inmediatamente posterior a la lesión. Este preparado, compuesto fundamentalmente por la raíz de la planta Panax Notoginseng – no tiene nada que ver a nivel terapéutico con el Ginseng – tiene efectos conocidos en la cicatrización así como en hemorragias, siendo muy utilizado en casi todo el mundo para tratar traumatismos especialmente en el ámbito deportivo.

Una vez la lesión comienza a cicatrizar, la acupuntura y moxibustión pueden ayudar a reducir el tamaño de la cicatriz interna, evitando así retracciones, adherencias y calcificaciones entre otros efectos indeseados. El uso de linimentos y pomadas con acción activadora de la circulación de la sangre es muy útil en esta fase e incrementa el tiempo de recuperación, ayudando a reparar el traumatismo interno así como mejorando la tonicidad muscular general. En esta fase de cicatrización también es muy útil el uso de emplastos de plantas medicinales que incidirían en la misma acción terapéutica que las pomadas pero con un efecto más contundente y dilatado.

En cuanto al tratamiento de fondo – ya sea en acupuntura o en fitoterapia – en una ruptura de fibras se incidiría en la tonificación de la sangre y del bazo (según el concepto en MTC) puesto que beneficiaría la generación de tejido muscular, tanto en calidad como en cantidad.

El Tui Na (Masaje Tradicional Chino) es especialmente útil en cualquiera de las dos fases anteriores pero se trata de la técnica de elección cuando tratamos de reintegrar al deportista a su actividad o para prevenir posibles recaídas por culpa de sobrecargas.

En lesiones tendinosas o osteoarticulares que no impliquen inmovilización – no existe una ruptura de ligamentos – la estrategia a seguir sería la misma que la expuesta en el tratamiento de roturas de fibras musculares. La variante principal estribaría en la utilización de la moxibustión a las 24 horas – dependiendo de cada caso – posteriores al inicio del traumatismo. En una lesión tendinosa o articular se tiene que valorar la utilización de la electropuntura en las fases iniciales de la lesión.

En este caso, el tratamiento de fondo puede ir orientado a la tonificación de Riñón e Hígado – siempre según la teoría de la medicina china- buscando una mejoría tendinosa y articular de la base.

Otro aspecto general que convendría mencionar es el preventivo. Las necesidades de un practicante de artes marciales son muy específicas. La coordinación, potencia, elasticidad y resistencia predominan, por ejemplo, sobre la fuerza. Evidentemente cada disciplina marcial es diferente y su adaptación al practicante tendrá que ser muy individualizada. Desde la dieta hasta el uso de suplementos energéticos que permitan una buena nutrición de tendones, músculos y ligamentos, pasando por un buen equilibrio energético y un tono muscular correcto pueden ser aconsejados y monitorizados por un profesional de medicina china con experiencia en disciplinas marciales.

En resumen, la medicina china constituye sin lugar a dudas una primera opción para el tratamiento de lesiones derivadas de la práctica de las artes marciales ya que no sólo incide en la resolución de una alteración física sino que tiene implicaciones en todos los ámbitos del ser humano – físico, emocional-mental-psicológico – buscando la misma idea de armonía que persiguen la las artes marciales.

Francesc Miralles
Profesor y Director de la Comisión Académica de la Escuela Superior de Medicina Tradicional China.
Miembro de Fundación Europea de MTC

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