lunes, 31 de enero de 2011

La fitoterapia china y su aplicación en la fitoterapia holística occidental

Articulo publicado en la revista Natural en noviembre de 2010

La fitoterapia china se fundamenta en el uso de hierbas medicinales para el tratamiento de determinadas alteraciones fisiológicas con las mismas premisas que en la medicina china, teniendo en cuenta la Teoría de Yin y el Yang, la Teoría de los Cinco Elementos y la aplicación del remedio terapéutico en función de la diferenciación de los síndromes.

La diferencia más obvia, por tanto, entre la fitoterapia tradicional occidental y la china se encuentra en que en Occidente, los remedios fitoterápicos se centran en las propiedades farmacológicas de las plantas. Por el contrario, en la fitoterapia china, se hace un uso casi exclusivo de combinaciones herbales atendiendo sobre todo a la “vida biológica» de cada hierba dentro del cuerpo.

Dado el creciente auge que está teniendo en nuestro país la fitoterapia china, conviene conocer sus principios y enfoques para entender las aplicaciones que pueden trasladarse a la fitoterapia occidental. Y es un profundo estudio de las características biológicas de cada una de las hierbas simples lo que los remedios orientales aportan al legado de la medicina natural universal.

Cada hierba se describe dentro de las reglas tradicionales de la fitoterapia china, según las propiedades y funciones de las sustancias medicinales chinas, que pueden clasificarse en cuatro categorías básicas:

1. Cuatro energías y cinco sabores

Los cuatro tipos de energía se refieren a las propiedades de frío, calor, tibieza y frescor que describen las acciones y características energéticas de relevancia terapéutica.

Los cinco sabores son: acre-picante, dulce, ácido, amargo y salado. Los antiguos médicos generalizaron las acciones de las sustancias y formularon la teoría de los cinco sabores. Se corresponden con los cinco elementos o movimientos y a su vez con las vísceras (Zang-Fu). Aunque las plantas se clasifican en cinco sabores, éstos no se corresponden con sus características organolépticas, con el gusto real, ya que la mayoría tienen un sabor al paladar amargo. Por el contrario, hacen referencia a su sabor funcional. Su sabor determina su función y su acción.

Al respecto de las cuatro energías y los cinco sabores, también hay que tener en cuenta que existen diversos grados de intensidad. Pueden ser frías, ligeramente frías y muy frías; dulces, ligeramente dulces, muy dulces; etc. Estas dos cualidades sirven para describir las complejas acciones de las hierbas.

2. Direcciones de las plantas

Las plantas pueden tener cuatro tendencias funcionales. Las tendencias funcionales de las hierbas se utilizan en correspondencia con la ubicación concreta de la enfermedad en el momento en que se encuentra la persona enferma, pero a la inversa de la tendencia que tiene la enfermedad a seguir. Así, las tendencias funcionales son:

Ascenso (Sheng): hacia arriba en dirección a la cabeza. Para síntomas de «caída», como los prolapsos.

Descenso (Jian): hacia abajo en dirección a las piernas. Para hacer bajar síntomas con tendencia a subir, como por ejemplo el vómito o la tos.

Flotación: hacia fuera, en dirección a la superficie del cuerpo. Para inducir la transpiración y tratar síntomas superficiales que se mueven hacia el interior del cuerpo.

Sumersión: hacia el interior del cuerpo. Va a inducir movimientos intestinales y promueven la digestión.

3. Tropismo

Una hierba puede tener una tendencia a actuar con más facilidad, contundencia o exclusividad sobre un Zang-Fu determinado o sobre un Meridiano. A cada hierba le corresponde un meridiano o varios. La penetración en uno u otro meridiano depende de los síntomas que deba combatir. Esto es importante ya que para una alteración determinada se debe elegir la planta con mejor tropismo hacia ese problema, aparte de su naturaleza, sabor y dirección. Si no se utiliza la adecuada, no actuará sobre el elemento que nos interesa.

4. Toxicidad e inocuidad

La toxicidad de las sustancias medicinales, además de provocar reacciones sintomáticas, puede dañar los tejidos. No deben administrarse en dosis superiores a las prescritas. Las sustancias no tóxicas son de naturaleza moderada, y en general, carecen de efectos secundarios.

LA FÓRMULA CHINA

Juntando las hierbas simples obtenemos las fórmulas herbales, preparadas de forma artesanal y tradicional, y atendiendo a lo que los maestros antiguos dictaron. Hoy, tras siglos de vida de esas fórmulas, siguen siendo usadas tal cual y también con añadidos y variaciones, si bien la base sigue siendo la misma.

El número de hierbas básicas que componen una fórmula herbal china es muy variable. Usualmente está entre 4 y 12 hierbas básicas. Cada ingrediente o hierba básica cumple con una función específica dentro de la fórmula:

Emperador. Es la hierba principal de la mezcla, indispensable para el efecto de la fórmula.

Ministro. Es la hierba que refuerza las acciones del Emperador. A veces le modera o le elimina toxicidad.

Asistente. Es la hierba que ayuda a ambos, al Emperador y al Ministro, pero también armoniza la fórmula y elimina posibles toxinas y efectos secundarios.

Embajador. El Embajador es la hierba que asegura que la fórmula llegue a los órganos y meridianos indicados.

Cada una de estas tipologías –emperador, ministro, asistente y embajador– puede consistir en más de una hierba.

Lo deseable sería desarrollar formulaciones que combinan la Medicina Tradicional China con los conocimientos occidentales de fitoterapia holística. De este modo, se ofrece una fitoterapia adaptada a las plantas de nuestro entorno pero que sigue teniendo en cuenta los principales síndromes considerados por la Medicina Tradicional China. Es necesario tened especial cuidado a la hora de elegir ha elegido las plantas de las formulaciones, por ejemplo, deberían ser escogidas en base a la naturaleza de la planta (fría o caliente); el sabor; la capacidad que la Medicina Tradicional China otorga a las que son utilizadas sin distinción en China o en Europa; y, por último, en base a la propia experiencia del laboratorio en el uso de plantas con principios y acciones semejantes a las chinas.

Para elaborar las fórmulas se utiliza la fracción extractiva de la planta que se considera más interesante desde el punto de vista terapéutico. En muchos casos se emplean varias formas extractivas, varias expresiones terapéuticas, por entender que en esos casos es preciso una presencia más global de la planta. Así pues, para consolidar la fórmula se deben tener en cuenta las tinturas, formas homeopáticas, extractos fluidos y aceites esenciales. Las dosificaciones de cada planta también difieren siguiendo criterios de importancia por su naturaleza, sus sabores, condicionamientos de solubilidad, etc. Los principios activos de las plantas que componen una fórmula deben estar perfectamente solubilizados para favorecer una alta biodisponibilidad.

LA MEDICINA TRADICIONAL CHINA, UN ENFOQUE HOLÍSTICO

La Medicina Tradicional China (MTC) se basa en el concepto del equilibrio y la armonía para mantener y recuperar la salud. No existen enfermedades sino enfermos, no tiene en cuenta sólo lo que sucede dentro del propio cuerpo sino también cómo se manifiesta y cómo responde a las influencias y estímulos del entorno. Trabaja, desde este punto de vista, con un enfoque plenamente holístico que resulta de aplicación idónea en la fitoterapia occidental.

La Medicina Tradicional China considera al cuerpo humano como un microcosmos que debe vibrar armónicamente con el macrocosmos en donde vivimos. Un desequilibrio energético o una desarmonía deriva en una enfermedad. Cuando el cuerpo está armónico con el interior y el exterior, en equilibrio, y su energía fluye libremente, es cuando estamos en la frecuencia llamada salud.

La individualización del paciente es una premisa derivada de la propia circunstancia energética del hombre. Ante dos personas con la misma enfermedad, el tratamiento a seguir no va a ser el mismo. Son dos cuerpos diferentes, dos formas de vida diferentes, dos tratamientos diferentes. Por eso es que la Medicina Tradicional China es una medicina holística, ya que contempla la armonía entre cuerpo, mente y espíritu. Y es ese enfoque el que los laboratorios de fitoterapia holística aprovechan para formular productos que beneficien a la salud de las personas de una forma integral.

Mercedes Martín
Gerente de Producto de Equisalud

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