jueves, 7 de octubre de 2010

Medicina Tradicional China y cooperación internacional en Nepal



Situado entre India y Tíbet y bajo el techo natural más alto del planeta, se encuentra Nepal. Un precioso escenario que discurre entre montañas, valles, selvas y grandes ríos. Un lugar místico y de referencia espiritual que se conforma como punto de encuentro entre el hinduismo y el budismo. Su territorio se encuentra bañado por multitud de centros de retiro, ashrams y cuevas, monasterios, estupas y templos. Es ahí, y en las orillas del sucio y putrefacto río que atraviesa Katmandú, su capital, donde se encuentra una de las poblaciones infantiles más desfavorecidas de este planeta. Cientos de niños que sobreviven entre la mendicidad, prostitución infantil, adopciones ilegales, explotación infantil, deambulan entre el ruidoso, contaminado y sucio entramado de calles y callejuelas que configuran el centro neurálgico y turístico de esta gran ciudad. Atrapados entre un complejo sistema de castas e intereses políticos, económicos y espirituales.

Con el fin de soportar los trabajos a que son sometidos y evadirse completamente de su pasado y su realidad, se abandonan en el incesante consumo de pegamento y otras sustancias tóxicas. Es habitual encontrar a niños que con 4 ó 5 años comenzaron su adicción a las mismas y, actualmente, viven en condiciones sanitarias e higiénicas muy por debajo de los mínimos necesarios y sin recursos económicos o materiales que les permita recibir una adecuada atención médica.

Es en este contexto donde surge, de manos de la ONG Soñadores sin Fronteras, la creación de un Centro de Atención Sanitaria desde la perspectiva de cohesión entre tres de las grandes medicinas antiguas del continente asiático (medicina tibetana, medicina ayurveda y medicina tradicional china) y la medicina occidental. Un espacio abierto, no sólo al colectivo antes mencionado, sino a todos aquellos sectores de la población (mujeres, ancianos, entornos rurales, …) que se encuentran en situación de exclusión social y por debajo del umbral de la pobreza, donde promover y potenciar el uso de estas medicinas por su efectividad, bajo coste, accesibilidad y respeto a sus tradiciones.

Desde aquí queremos abrir este espacio y compartir este sueño, con aquellas personas vinculadas con la Medicina Tradicional China y que sientan motivación y verdadero interés por trabajar de forma voluntaria en este proyecto y ayudar a mejorar esta realidad.

Para más información enviar un e-mail a adazas@yahoo.com o llamar al número de teléfono siguiente 660719485.

¡¡ Cualquier sueño que nace del verdadero Amor, puede contribuir a mejorar la armonía de este maravilloso planeta.!!
ONG. Soñadores sin Fronteras.

Fuente: www.mtc.es

martes, 5 de octubre de 2010

Historia del Tuina



Aquí os dejo un video publicado en Youtube por la Escuela Superior de Medicina Tradicional China con una explicación de la historía del Tuina con algunas imágenes muy interesantes.



www.mtc.es

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Curso de formación de Tuina 2011




A partir del domingo 17 de octubre comenzará el Curso de formación de Tuina que voy a impartir en el Centro Wutang de Madrid (Zabaleta, 30). Un seminario al mes de 5 horas de duración los sábados de 16:00h. a 21:00h. hasta el mes de junio de 2011. El primer seminario del día 17 de octubre será especial y durará toda la jornada, será de 10:00h. a 14:00h. por la mañana y de 16:00h. a 20:00h. por la tarde. El curso será teórico-práctico y abarcará los aspectos fundamentales del Masaje Terapéutico Chino y los principios de la Medicina Tradicional China. A lo largo del curso de verán manipulaciones básicas y su aplicación en todo el cuerpo así como la introducción al diagnostico y al tratamiento.

Si queréis más información o deseáis inscribiros podéis llamar al Centro Wutang al teléfono: 91 510 20 36

También podéis descargar el dossier informativo en formato PDF aquí.

lunes, 5 de julio de 2010

Tuina para el tratamiento del insomnio


El siguiente artículo lo escribí para la Revista Natural y fue publicado en su número de verano 2010. Para los que no lo hayais leido y os interese lo reproduzco a continuación. Espero que os guste.

Seguramente más de una vez nos hemos metido en la cama con la intención de dormir y en vez de caer en un reconfortante y placentero sueño hemos empezado a dar vueltas sin parar de pensar en multitud asuntos que nos preocupan. A la mañana siguiente nos levantamos cansados y de mal humor, sensaciones que nos duran todo el día.

Normalmente, eso puede sucedernos de forma esporádica sin pasar a tener mayores consecuencias por motivos diversos. Un problema puntual en el trabajo, un enfado con nuestra pareja o familiar, haber cenado tarde y copiosamente o dormir fuera del lugar habitual pueden provocar este problema eventual.

Imaginemos ahora que eso nos sucede de forma continuada y que meterse en la cama nos supone cada noche un verdadero suplicio. Durante el día arrastraremos el cansancio y el mal humor hasta la noche… y así una y otra vez.

El insomnio es uno de los trastornos más frecuentes en las llamadas sociedades desarrolladas y se cree que aproximadamente un 10% de la población lo padece. El trastorno continuado del sueño (a partir de las cuatro semanas padeciéndolo se puede considerar crónico) provoca irritabilidad, ansiedad, fatiga y afecta notablemente a nuestra calidad de vida. El insomnio se puede manifestar de varias formas y es muy importante valorar este aspecto a la hora de elaborar un tratamiento.

Existe el insomnio que nos impide conciliar el sueño desde que nos metemos en la cama, ese al que hacemos referencia cuando decimos «me cuesta dormir». Otra variante sería cuando nos despertamos varias veces en la noche o tenemos un sueño muy ligero y nos desvelamos ante la más mínima alteración. Y por último estaría el despertar prematuro o insomnio matinal, cuando despertamos antes de lo previsto y ya no conseguimos volver a dormirnos.

Y la pregunta es: ¿qué es lo que provoca el insomnio? Las causas son muy diversas y debemos conocer al detalle los hábitos de vida del paciente para obtener el éxito terapéutico.

Vamos a ver primero las causas físicas o psicológicas que pueden provocarlo para después abordar el asunto desde la perspectiva de la Medicina Tradicional China. A veces, las causas pueden ser muy evidentes (no por ello fáciles de atajar) y por ejemplo, los ancianos tienen más propensión a padecerlo con lo cual la edad del paciente es un factor muy importante. Por supuesto el abuso de alcohol, drogas (cocaína o anfetamina) y estimulantes como la nicotina y el café también pueden favorecerlo. Algunos tipos de medicamentos como la efedrina o la fenilpropanolamina también lo provocan.

Hay que valorar otros aspectos que tendrían más relación con los desajustes horarios debidos principalmente al trabajo en personas que viajan mucho o que hacen turnos irregulares. Ya hemos comentado también que hacer cenas tardías y abundantes de forma regular podría ser otra causa.

En estos casos, seguramente con cambiar los hábitos sería suficiente para mejorar la calidad del sueño, pero claro, esa tarea puede ser ardua y complicada ya que estamos sujetos a vicios y adicciones, a horarios laborales, a enfermedades crónicas o al simple paso del tiempo que va pesando en nuestro organismo.

Otra cuestión más subjetiva y menos evidente son las alteraciones provocadas por aspectos psicológicos. Los estados prolongados de ansiedad, estrés, excitación, depresión y tristeza son causas comunes que alteran el patrón del sueño y la vigilia. De hecho, los factores emocionales suelen ser la causa más común que desencadena este síntoma. Como hemos dicho, el insomnio es un trastorno de los países industrializados y desarrollados y eso no es sólo por casualidad.


Insomnio y MTC

Según la Medicina Tradicional China el insomnio es un desequilibrio entre las energías Yin y Yang de nuestro organismo. Dentro de una jornada, el día está considerado Yang con respecto a la noche que sería Yin. Así durante el día nuestro cuerpo se estimula y se prepara para la activad. Lo normal es que a medida que va trascurriendo el día la energía vaya bajando progresivamente hasta llegar la noche en la que necesitamos descansar para reponernos y entrar así en la fase Yin.

Cuando hay una alteración de estos factores (por diversas causas que veremos más adelante) el Yang domina al Yin durante la noche provocando el insomnio y al contrario, el Yin predomina durante el día provocando a su vez otros síntomas diversos.

Estos desequilibrios afectan principalmente al corazón, al bazo, al hígado y al riñón y aunque la etiología es diversa, normalmente se corresponde con síndromes de Insuficiencia de estos órganos (Síndromes Xu).

Por ejemplo, cuando hay Insuficiencia de Yin, el Yang se descontrola y se genera un exceso de Fuego o Calor en el cuerpo que asciende afectando al Corazón y a lo que en MTC se conoce como Shen (actividad mental). El Shen no se refiere sólo a la mente lógica sino al espíritu que refleja la personalidad y el ánimo de cada individuo y es el que une nuestra consciencia a nuestro cuerpo.

Este síndrome puede producirse por exceso de preocupación o estrés u otras alteraciones emocionales que terminan debilitando al individuo y que dan lugar a una serie de síntomas característicos que acompañan al insomnio: irritabilidad, impaciencia e inquietud, palpitaciones, fatiga, inapetencia, falta de concentración y pérdida de memoria, dolor de espalda, mareos, cefaleas, estreñimiento y exceso de sed.

Una vez descartadas posibles causas de origen cerebral u orgánico y cerciorándonos que el trastorno es de tipo funcional podemos abordar el tratamiento sin problemas. En este caso, lo haremos a través de la Medicina Tradicional China y más concretamente con Tui-Na o Masaje Terapéutico Chino. Por supuesto que podemos combinar el masaje con otras técnicas como la acupuntura o el uso de fórmulas herbarias pero sólo con este tratamiento sería suficiente para reequilibrar el organismo y eliminar o mejorar notablemente los síntomas referidos.

Tui-Na para reequilibrar el organismo

Aunque poco conocido en occidente, el Tui-Na es una rama de la ciencia médica, un método terapéutico completo que aunque forma parte integrante de la MTC y se rige según las leyes teóricas de ésta, no se aplica de igual forma que la acupuntura. Para decirlo más claramente no se trata de «acupuntura con los dedos». El Tui-Na tiene sus propios métodos que son exclusivos y es una de las terapias más antiguas que se conocen. Es bien sabido también que el Tui-Na es el origen de la mayoría de los masajes que conocemos hoy en día y uno de sus parientes más directos es el shiatsu.

Existen más de 80 técnicas de masaje que se han ido desarrollando a lo largo de los años en todo el territorio chino. Dentro de estas técnicas se combinan maniobras de masaje, movilizaciones, tracciones, manipulaciones y digitopuntura con el objetivo principal de desobstruir los bloqueos de Qi (Energía) y Xue (Sangre) a través de la estimulación del flujo circulatorio.

Con esto conseguiremos regular y equilibrar la energía del organismo. Siendo pues el principal principio terapéutico del Tui-Na el desbloqueo y la estimulación de la energía, podemos deducir que es más efectivo en los tratamientos del sistema músculo-esquelético. Los campos de actuación más frecuentes son las patologías del aparato locomotor, la traumatología, la reumatología y la neurología.

Pero menos conocido y más atrayente es su uso en patologías de Medicina Interna (como es el caso del insomnio). Con Tui-Na podemos tratar con eficacia problemas emocionales (estrés, ansiedad…) así como estreñimiento, trastornos menstruales, problemas de micción, cefalea y migrañas, mareo y vértigos (hipertensión), desordenes metabólicos (diabetes), asma, obesidad, resfriado común… y esto sólo es un ejemplo del amplio espectro que abarca esta terapia.

El tratamiento de Tui-Na

No nos pararemos aquí a explicar la técnica de las diversas manipulaciones de Tui-Na y haremos más hincapié en las zonas a tratar en relación a la patología que nos ocupa. Para comenzar el paciente se tumbará boca abajo, preferiblemente sobre una camilla. No es necesario que se desnude aunque si es recomendable que lleve ropa holgada y cómoda.

Empezamos con técnicas suaves para relajar y calentar los tejidos a lo largo de los lados de la columna. Comenzamos con un empuje palmar (Tui Fa) a lo largo del Meridiano de Vejiga desde los hombros hasta la zona lumbar, 9 veces a cada lado. Seguiremos con masaje ondulante (Gun Fa), amasamiento profundo y rotatorio (Rou Fa) y presión pulgar (An fa) también a ambos lados del Meridiano de Vejiga haciendo especial hincapié sobre los puntos V15 – Xinshu, V18 – Ganshu, V20 – Pishu y V23 – Shenshu.

Para terminar con la espalda, realizaremos un pellizco rodado (Nie Ji Fa) sobre el Meridiano Vaso Gobernador (Du Mai ) desde la zona lumbar hasta la cervical 3 o 4 veces.

Si encontramos adherencias en el recorrido daremos un ligero tirón de la piel (Ba Fa). Acabamos con unas percusiones con la mano hueca (Kou Fa) a lo largo de la columna.

El paciente se colocará ahora boca arriba para tratarle la zona cervical y craneal. Comenzamos con un peinado digital (Sao Fa) suave a ambos lados de la cabeza para calmar el Shen y a continuación realizamos presión y rotación digital (An Rou Fa) bilateral sobre las líneas del cráneo del meridiano de Vesícula Biliar y de Vejiga y la misma técnica sobre el centro del cráneo (Meridiano Du mai) desde el nacimiento del cabello (DU24 – Shenting) hasta la coronilla (DU20 – Baihui). Haremos varias pasadas en cada línea.

Ya en el rostro, realizamos un empuje (Tui fa) con ambos pulgares alternos desde el entrecejo (Yintang) hasta el punto DU24 – Shenting y un alisado (Ma Fa) con ambos pulgares en la frente, desde el centro hacía los lados de las cejas (Taiyang). Podemos finalizar haciendo un amasamiento suave y rotatorio (Rou Fa) con la eminencia tenar sobre todo el rostro.

Como última manipulación, colocamos la palma de la mano (PC8 – Laogong) sobre el ombligo del paciente (REN8 – Shenque) y haremos una vibración (Zhen Fa) durante 5 o 10 minutos. Es muy probable que el paciente se quede dormido antes de terminar y habremos conseguido trasformar la agitación en un estado de calma, recuperando de forma progresiva la función de los órganos internos afectados.

Como puntos dístales que podemos usar para tratar el insomnio con digitopuntura están los siguientes: C7 – Shenmen, IG4 – Hegu, B6 – Sanyinjiao, H3 – Taichong, R1 – Yongquan, R3 – Taixi. Haremos una presión con rotación durante 1 minuto en cada punto. Estos puntos se los puede tratar el paciente con un automasaje cada día, lo que reforzará el tratamiento notablemente.

El masaje podemos realizarlo 2 veces por semana y cada sesión puede tener una duración de entre 30 a 40 minutos. Todo depende de cada paciente pero lo normal es que en 10 sesiones comencemos a obtener resultados positivos. Con Tui-Na conseguiremos regular la función de los órganos internos y el equilibrio entre Yin Yang. Además de tonificar la energía y la sangre que son las principales causas del insomnio. A nivel fisiológico regulamos la función de la corteza cerebral intensificando las ondas alfa encefalográficas con un efecto relajante sobre el paciente.

Como complemento al tratamiento es muy aconsejable practicar algún ejercicio para fortalecer el organismo y tonificar nuestra energía como el Qigong o el Taiji y en la medida de lo posible regular nuestros horarios y rutinas diarias intentando alterarlas lo menos posible.

Iván Vélez

Copyright © 2010 Revista Natural

miércoles, 24 de marzo de 2010

Catarsis y curación


Artículo escrito por Rafael Argullol y publicado en el diario EL PAIS el 21 de marzo de 2010:

En una época en que el entrañable y tranquilizador Juramento Hipocrático ha desaparecido de clínicas y hospitales, y en que la cuestión médica está en manos de las llamadas autoridades sanitarias -a menudo burócratas que lo ignoran todo del hombre, excepto que es un animal al que se le pueden extraer impuestos y votos-, resultan aleccionadoras las resistencias de ciertos médicos a considerar que la enfermedad es una pura mercancía sometida a la ley de la oferta y la demanda. A este respecto, por ejemplo, soy siempre un entusiasta seguidor de las opiniones del doctor Moisès Broggi, tan buen memorialista en este último periodo como cirujano a lo largo de toda su vida. Hay una lucidez especial en este hombre que ha alcanzado los 102 años.

Para el médico nada hay más valioso para el diagnóstico que los recuerdos que sólo el paciente puede relatar

En su última entrevista -realizada por Núria Navarro- hacía dos manifestaciones aparentemente muy alejadas entre sí pero que a mí me parecieron perfectamente unidas por un hilo invisible. Por un lado, siguiendo a los antiguos griegos, recordaba que "la fuerza que mueve las estrellas es la misma que hace palpitar el corazón del hombre"; por otra, respondiendo a la última pregunta de la periodista -"¿por qué querría ser recordado"- manifestaba lacónicamente: "por ser una buena persona". Las dos respuestas ensambladas significaban una magistral lección de medicina.

Por los mismos días en que el doctor Broggi hacía estas declaraciones cayó en mis manos un libro excepcional que, en cierto modo, venía a desarrollar el amplio espectro de interrogantes alojado entre aquellas dos respuestas. Se trataba del ensayo Catarsis. Sobre el poder curativo de la naturaleza y del arte, escrito por el cardiólogo y humanista polaco Andrzej Szczeklik, recién traducido entre nosotros. Debo confesar que el enigmático asunto de la catarsis es algo que siempre ha llamado mi atención desde que en los años estudiantiles leí -o me hicieron leer- la Poética de Aristóteles. En ella se contiene aquella famosa definición de la tragedia griega a partir de la que, precisamente a propósito del término catarsis, se han suscitado numerosas controversias. ¿En qué consistía esta catarsis que, según Aristóteles, se conseguía en los escenarios griegos? ¿Una purificación de las pasiones?; ¿una depuración de los desarreglos morales?; ¿una curación de las enfermedades del alma? Las traducciones no se ponían de acuerdo. Con el paso del tiempo, y como reincidente lector de tragedias -en especial de Esquilo y Sófocles-, llegué a la conclusión de que la catarsis perseguida por el teatro ático era una suerte de efecto de shock que conducía a los espectadores a un alivio anímico, a un relajamiento sensorial, después de haber sido llevados a la máxima tensión tras ver representadas las turbulentas peripecias de los héroes.

Las palabras son tan importantes como los instrumentos de diagnóstico

Dicho de otro modo: la tragedia griega, que lejos de ser un espectáculo elitista era una celebración popular (en el teatro de Dionisos cabía una cuarta parte de los ciudadanos libres de Atenas), tenía como objetivo poner ante el público un espejo terrible en el que el hombre pudieracontemplar todas sus contradicciones y límites, pero no para hundirlo en el sinsentido, sino para liberarlo del peso que pudiera albergar su conciencia. El espectador, a través de las vicisitudes de los héroes, era arrastrado hasta el punto de ebullición que pone en peligro cualquier equilibrio y luego, por la propia ejemplaridad trágica, era reflotado hasta la salvación. De ahí que fuera usual, tras la representación de una tragedia, que se celebrara festivamente el alivio de los espectadores con la puesta en escena de una pieza satírica. Para el público ateniense el efecto colectivo de una tragedia se parecía mucho a lo que, individualmente, se conseguía con el principio hipocrático de la "curación por la palabra". En ambos casos puede hablarse de catarsis.

Y es este segundo plano, el del principio hipocrático, el que sirve a Andrzej Szczeklik como punto de partida para construir un fascinante espacio en el que convergen médico y paciente. Evidentemente, el doctor Szczeklik, cardiólogo de renombre internacional y pionero de las unidades de reanimación en su Cracovia natal, no ignora en absoluto los últimos avances de la ciencia y la tecnología médicas. Éstos están constantemente presentes en su libro. Sin embargo, su reivindicación principal se dirige al establecimiento de una complicidad entre el enfermo y el médico. Las palabras, y lo que alienta detrás de las palabras, son tan importantes como los más refinados instrumentos de diagnóstico o como los medicamentos más potentes. Así, en Catarsis, se cruzan paso a paso todos los ámbitos de relación existencial, con la particularidad de que Szczeklik, en lugar de conformarse con los límites de su especialidad médica, se introduce en múltiples esferas de la historia de la cultura. La operación es altamente estimulante porque el alfabeto críptico con el que los médicos juegan a ser brujos se transforma, de pronto, en un lenguaje tan preciso como comprensible. Nuestro cuerpo deja de estar en manos de especialistas que ejercen de especialistas que ejercen un monopolio exclusivo para volver a ser "nuestro cuerpo". Desde esta perspectiva, la medicina es fundamentalmente la escucha del cuerpo, algo que cada hombre hace por sí mismo y que sólo en segunda instancia corresponde a los sofisticados aparatos que se hacen eco de nuestro organismo (en el sentido estricto de la expresión ecografías, resonancias magnéticas).

De acuerdo con Szczeklik aquella escucha es posible porque nuestro cuerpo no deja de ser el campo de experimentación del universo entero. En Catarsis el lector puede encontrar significativos paralelismos que lo confirman: el pulso del cosmos, como también ha sugerido el doctor Broggi, late al mismo ritmo que el pulso del corazón. Melómano convencido, Szczeklik tiende continuos puentes entre música y medicina. Memorable la correspondencia que establece entre el rubato de Chopin y la melodía del corazón. Pero no son menos interesantes sus sugerencias poéticas y sus alusiones pictóricas, con páginas dedicadas, a la Sibila de la Capilla Sixtina o a Velázquez. Me quedo, por encima de todo, con la exquisita comparación que atraviesa el libro entre la descripción de los síntomas por parte del enfermo y el camino del conocimiento defendido por Platón. Es decir, en ambos casos, la amnesis si para Platón conocer es recordar para el médico nada hay más valioso, para la tentativa de curación, que los recuerdos del cuerpo que sólo el paciente puede relatar.

Podría así decirse que la memoria del cuerpo, narrada verbalmente por el enfermo y rescatada por el médico (con sus propios ojos y oídos, además de los "ojos" y "oídos" de la técnica), sirve para aislar los síntomas, establecer el diagnóstico y preparar el organismo para la curación de un modo similar a cómo la representación trágica, al poner en escena las incertidumbres del hombre, lo educaba para la reconquista del equilibrio espiritual.

Sea como fuere, Catarsis, además de ser recomendable para pacientes y potenciales pacientes -"todos nosotros" como dice irónicamente Czeslaw Milosz en el prólogo-, debería ser obligatorio para todos aquellos médicos que no se conforman con ser únicamente especialistas o curanderos.

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