El director del Observatorio Europeo de Riesgos de la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo, Eusebio Rial, ha señalado los trastornos músculo-esqueléticos como la primera causa de absentismo laboral en los países de la Unión Europea.El daño provocado por un esfuerzo repetitivo (al que a partir de ahora nos referiremos por sus siglas en inglés, RSI - Repetitive Strain Injury) es un término muy amplio que normalmente hace referencia al grupo de lesiones que afectan a músculos, tendones y nervios, principalmente del cuello y las extremidades superiores, por lo que en el ámbito de la prevención de riesgos laborales también son conocidos como desórdenes de los miembros superiores relacionados con el trabajo.
Podemos distinguir dos tipos diferentes de RSI. Por un lado, las afecciones específicas con un diagnóstico concreto, tales como tenosinovitis o dedo de gatillo, tendinitis, síndrome del túnel carpiano, bursitis, codo de tenista, síndrome de Quervain, etc. Por otro lado, las lesiones de carácter difuso, que carecen de un diagnóstico claro pese a la existencia de numerosos síntomas. En ocasiones, este último tipo de RSI es conocido como síndrome de dolor no específico.
Los síntomas más comunes del RSI incluyen dolor, pesadez, hinchazón, entumecimiento, cosquilleo, debilidad y calambres. Desafortunadamente, con el RSI difuso habitualmente no se detectan signos visibles. En cualquier caso, tanto unos como otros suponen un elevado coste para la empresa, que se traduce en horas de trabajo perdidas, aumento de los gastos del seguro médico, menor rendimiento e, incluso la posibilidad de recibir demandas judiciales, afectando a la industria y la economía de un país de manera muy directa.
Un ejemplo de ello lo tenemos en la industria británica, donde aproximadamente 448.000 trabajadores sufrieron de RSI entre los años 2003 y 2004, experimentando un incremento de más de 52.000 afectados con respecto al periodo comprendido entre 2001 y 2002. Estos datos corresponden a un estudio elaborado por el ejecutivo de Sanidad y Seguridad, en colaboración con la Sociedad de Fisioterapia. En el mismo se señala que entre 2003 y 2004 el servicio de salud y los trabajadores sociales distinguieron al colectivo de la construcción como el más afectado por el RSI.
Asimismo, establece que alrededor de 4,7 millones de días de trabajo a tiempo completo se perdieron en el Reino Unido durante dicho periodo, siendo 18,3 la media de días que cada persona afectada tomó para su recuperación. Del mismo modo, se estima que seis trabajadores británicos abandonan sus puestos de trabajo todos los días a causa de una lesión. Por último, el informe establece en más 20 billones de libras anuales el gasto que representa el RSI para la industria británica.
El RSI es causado habitualmente por una combinación de elementos, incluyendo el uso excesivo de las extremidades y las acciones repetitivas, la incomodidad provocada por la ausencia de elementos ergonómicos, el mantenimiento de una postura estática, disponer de poco tiempo para recuperarse, y, por supuesto, el stress. Lo más importante que se debe recordar es que el RSI se puede prevenir y tratar. Para ello, y por la salud y seguridad de cada uno, es absolutamente necesario que los primeros signos de advertencia no sean ignorados.
El daño provocado por un esfuerzo repetitivo no es exclusivo de un sector o actividad determinados. El RSI puede ser experimentado tanto por usuarios de ordenadores como por aquellos que no los emplean en su profesión, aunque son los primeros los que más lo sufren con diferencia, exhibiendo el mayor predominio debido al aumento en el empleo masivo de ordenadores que se ha experimentado en los últimos 20 años. Además, los usuarios de PCs de sobremesa no son los únicos que pueden resultar afectados. Así, según la consultora GfK, los ordenadores portátiles actualmente representan el 42% de todos los equipos vendidos, cuyos usuarios comienzan ya a apreciar los riesgos del RSI. Por actividad, el RSI afecta a trabajadores de una amplia variedad de ocupaciones, incluyendo operadores de ordenador, técnicos de laboratorio, músicos y todos aquellos que desempeñan su labor en la industria de la construcción y en fábricas de cualquier tipo.
Resumen adaptado del artículo técnico publicado en PW Magazine Nº 17 © 2000-2011 Prevention & Safety World S.L.
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