A la espera de la próxima publicación de un artículo que estoy escribiendo sobre la lumbalgia y su tratamiento con Tuina y MTC, reproduzco una noticia aparecida hace un tiempo en el diario La Razón.
El incremento de la prevalencia de la lumbalgia, de un 14,8 por ciento, viene dado por los malos hábitos que se mantienen en la sociedad actualD. Fuertes
La lumbalgia es una patología muy prevalente, de hecho, según el estudio Episer, realizado por la Sociedad Española de Reumatología (SER), la prevalencia de la lumbalgia puntual estimada en la población española adulta es del 14,8 por ciento, mientras que la de la lumbalgia crónica se sitúa en el 7,7 por ciento. Además, la probabilidad de padecer al menos un episodio de lumbalgia, durante un período de 6 meses, en nuestro país es del 44,8 por ciento. «La causa de esta alta prevalencia se debe en parte a la postura erguida del ser humano, que provoca que la fuerza de la gravedad actúe sobre la columna lumbar, produciendo degeneración de los discos y la estructura de la columna, lo que, además, provoca dolor», explica Joaquín Insausti, de la Clínica del Dolor, Hospital Severo Ochoa de Leganés (Madrid), durante el II Simposio de Dolor de la Sociedad Española de Reumatología. Asimismo, el experto ha destacado que la prevalencia de la lumbalgia está experimentando un importante aumento, «y de un problema al que no se prestaba gran atención, se ha pasado a una epidemia, sobre todo en los países desarrollados». La causa de esta «epidemia» es, para Insausti, los hábitos de vida que se mantienen en la actualidad. «Hacemos poco ejercicio, mantenemos una vida sedentaria, sobrepeso… lo que provoca que la columna esté sobrecargada». Para evitarlo, el especialista recomienda reducir el peso, mantener una vida activa y cuidar la columna y la higiene postural.
Un gran avance en diagnóstico
Otro de los grandes retos en lumbalgia radica en el diagnóstico y el abordaje, ha añadido el especialista en dolor. «Hasta hace poco tiempo, sólo el 15 por ciento de los pacientes con dolor lumbar tenía un diagnóstico, mientras que en el resto de afectados el dolor lumbar se consideraba inespecífico y no se podía ofrecer un tratamiento a los pacientes, porque no se sabía lo que les dolía. Hoy, en las unidades del dolor intentamos eliminar esa etiqueta de inespecífico para poder ofrecer un abordaje concreto. Y la situación ha mejorado tanto que, por ejemplo en mi Unidad, sólo un 10-15 por ciento de los pacientes continúa con el diagnóstico de dolor lumbar de causa desconocida, lo que supone un paso muy importante», añade. Sin embargo, pese a este avance en el diagnóstico, Insausti ha insistido en que el dolor «sigue siendo una asignatura pendiente para la Sanidad». En relación a los pacientes, Insausti también ha abogado por un cambio de situación. «El dolor, al ser un síntoma muy prevalente, no se aborda. Hasta hace poco se pensaba que tener dolor era normal y no había que tratarlo, y se sigue pensando así. Ése es el problema, hay gente resignada a tener dolor y eso hay que cambiarlo». Hoy, ha concluido, se está viendo que el dolor lumbar no es una patología benigna, que hay pacientes con crisis repetidas y otros con dolor persistente, que pueden deteriorar su calidad de vida. «Además, hay que seguir centrando nuestros esfuerzos en reducir aún más el número de pacientes con dolor inespecífico porque este adjetivo provoca desconcierto tanto en los pacientes como en los médicos, que no saben cómo tratar a los pacientes».
Foto: Luis Sevillano
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