La fatiga es un síntoma persistente en miles de personas que han superado un cáncer de mama y una investigadora de enfermería de la Universidad Estatal de Michigan está estudiando si la acupresión -también conocida como digitopuntura, una técnica de presión aplicada en puntos de acupuntura con los dedos, la mano, el codo…- puede ayudar a aliviar los síntomas.
Gwen Wyatt estudiará a 300 afectadas que han superado un cáncer de mama para examinar los efectos de dos tratamientos con acupresión sobre la fatiga persistente relacionada con el cáncer, cansancio crónico o agotamiento que afecta a más del 82% de las afectadas dentro de los primeros cinco años desde el diagnóstico.
“Hay más de dos millones de supervivientes de cáncer de mama hoy en día y la fatiga persistente es uno de los síntomas más comunes y preocupantes” según Wyatt, profesora del Colegio de Enfermería. “Esto está asociado a la decreciente calidad de vida, a la baja calidad del sueño y a la depresión.”
En la Acupresión –derivada de la Medicina Tradicional China- las presiones se aplican sobre puntos de acupuntura del cuerpo para tratar la enfermedad. Wyatt dice que un estudio piloto mostró que la Acupresión aplicada sobre uno mismo puede reducir significativamente la fatiga en más de un 70% de casos en supervivientes de cáncer, así como a mejorar la calidad del sueño.
Como parte del estudio, las pacientes que han superado un cáncer de mama (en todos los casos al menos 12 meses después de haber finalizado el tratamiento contra el cáncer y afectadas de fatiga persistente) se dividirán en tres grupos que recibirán tratamiento con Acupresión relajante, Acupresión estimulante y una rutina estándar respectivamente durante seis semanas.
Además de medir el impacto de los tratamientos en la fatiga relaciona con el cáncer, Wyatt y su equipo examinarán los efectos sobre la calidad del sueño.
“Hay pocas opciones para tratar la fatiga persistente relaciona con el cáncer y esos costosos tratamientos a menudo requieren un profesional cualificado o tienen efectos secundarios inadmisibles,” dice Wyatt. “Por otro lado, la acupresión aplicada sobre uno mismo no es tóxica, es económica y requiere instrucciones mínimas. Parece ser un tratamiento prometedor para la fatiga crónica.”
El estudio, subvencionado en parte a través de la Universidad de Michigan, esta siendo financiado por el Instituto Nacional del Cáncer (USA National Cancer Institute). Wyatt esta trabajando con Suzanna Zick y Richard Harris de los departamentos de Anestesiología y Medicina Familiar de la Universidad de Michigan en el proyecto global.
Wyatt esta investigando con múltiples medicinas complementarias y alternativas para la recuperación de las mujeres con cáncer de mama con la esperanza de crear un tratamiento e intervención viables. Estudios recientes publicados por Wyatt en la revista Nursing Research hallaron que un 57% de mujeres están usando estas terapias, y cuanto más enferma está una paciente más probable es que recurra a múltiples terapias.
“Mejorar la calidad de vida es un desarrollo prioritario de el Colegio de Enfermería,” ha dicho. “Si una paciente debe vivir con cáncer de mama, entonces el centro de asistencia sanitaria necesita asegurar que dicha paciente tenga la más alta calidad de vida posible durante el tratamiento y el postoperatorio.”
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Artículo publicado en PhysOrg.com el 23 de febrero de 2011
Información facilitada por la Michigan State University para PhysOrg.com
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Traducido por Iván Vélez tuinamadrid.com